Congelar medio limón envuelto en film. Se deja en el congelador y cuando te vayas a comer un yogur griego le rayas por encima al gusto. Con piel y todo. Al estar congelado es más fácil de rayar pulpa y piel. Que rico y que refrescante.
Me lo comentaron en una cena de amigos y desde entonces… no lo dejo quieto en el conge… que pena que los yogures griegos sean tan calóricos. :’-(
(Gracias Mikel, …y…voy yo… y hago público el secreto de familia :-p ).
Sigo la receta de mi pastel de arroz de siempre. (Aquí) Con margarina Artua (es sin gluten) y además sustituyo la harina normal por un preparado para pan y postres comprado en Carrefour. Cuesta 2,49€ un kilo.Sale más barato que usar harina de Maizea, que cuesta 2,31€ 700 gr, aunque también valdría.
Este tipo de harinas tiene un comportamiento distinto a la normal. Se espesan de la misma, quedando textura ‘natillas’ en cuanto le metes batidora. El pastel de arroz queda más esponjoso pero está rico, ya lo he hecho un par de veces en casa y queda bastante bien.
Esta receta ha desbancado a mi receta de siempre, las magdalenas de yogur.
Quedan perfectas. Y han gustado mucho en casa. Ya la he hecho dos veces y pienso convertirla en habitual.
Ingredientes:
3 Huevos, 200 gr de harina, 150 gr de azúcar blanco, 50 ml de leche entera, 100 ml de aceite de oliva, 1/2 sobre de levadura química (8gr).
Batir con la barilla en este orden, primero los huevos, luego junto con el azúcar, después aceite y después incorporar el resto. Meter la masa a la nevera al menos 10 minutos, supuestamente luego con el contraste de temperatura al entrar en el horno la masa generará más aire. De mientras ir preparando los papeles en los moldes.
Calentar el horno a 225º, cuando metamos las magdalenas vamos a bajar la temperatura a 200º y las vamos a dejar durante 15 minutos, pero asi no pierde tanto calor al meter la bandeja y nos aseguramos que no baje inicialmente de los 200º.
A mi me gusta la ‘costrita de azúcar’ que se genera arriba, así que pongo una cucharadita de azúcar encima en cada una antes de hornear cuando no voy a bañarlas de chocolate o decorarlas de alguna otra forma. Son ideales, tanto para comerlas solas como para untarlas en leche.
Es esta ocasión la mitad la bañe de chocolate con leche y unos fideos de colores que tenía de otras veces.
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